domingo, 11 de septiembre de 2011

Pinacoteca de la Profesa

Cristóbal de Villalpando.
(1649-1714)
Aunque no se tiene la certeza, se puede decir que nace en la Nueva España en el año de 1649. Poco se conoce de su infancia y adolescencia, uno de los primeros datos conocidos la fecha de su boda en el año de 1669 (donde se hace un cálculo de su fecha de nacimiento de acuerdo a la edad que podría tener al momento). Se casa con María de Mendoza con quien tuvo cuatro hijos.
Los primeros trabajos localizados de Villalpando se remontan al año de 1675 en el retablo mayor del convento franciscano de San Martín de Tours de Huaquechula donde se encuentran 17 pinturas suyas; sin embargo no debe tomarse esa fecha como el inicio de su trayectoria artística.
Villalpando fue uno de los más destacados pintores de la ciudad de México durante los últimos años del siglo XVII, prueba de ello es el ciclo de pinturas triunfalistas que le fueron encargadas por el cabildo de la Catedral de México, para decorar los muros de la sacristía de dicho templo. Los lienzos que ejecutó para esa ocasión fueron El triunfo de la Iglesia católica, El triunfo de san Pedro, El triunfo de san Miguel (conocido como La mujer del Apocalipsis) y La aparición de san Miguel en el Monte Gárgano. Lamentablemente y a causa quizá de fallas tectónicas en las bóvedas del edificio, Villalpando no pudo concluir el ciclo de seis lienzos, mismos que completó Juan Correa, pintor de origen mulato y contemporáneo suyo, quien asimismo gozó de prestigio como pintor; a él se deben los lienzos La entrada triunfal de Cristo a Jerusalén y La ascensión de María.
Muchos autores encuentran en su estilo, influencias de los pintores españoles de la época, así como la del círculo artístico que le rodeaba en la capital de la Nueva España y sin embargo aún conservó y desarrolló un estilo propio.
Llegó a la vejez siendo un personaje renombrado y aún realizó algunos encargos en la última década de su vida. Se reconoce la influencia estilista en generaciones posteriores. Es considerado uno de los últimos autores de la pintura barroca hispana, posterior a su muerte y a lo largo de todo el s. XVII, toda la plástica novohispana tomaría un camino distinto.

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